2015-12-31
El Ministro de Agricultura y Desarrollo Rural, Aurelio Iragorri Valencia, entregó tres invernaderos, a las comunidades indígenas de Domingueka, El Encanto y Rioancho, en la Sierra Nevada de Santa Marta, con los cuales se busca garantizar la seguridad y soberanía alimentaria de las cuatro comunidades indígenas.
La entrega oficial de las estructuras se lleva a cabo este martes 29 de diciembre, en la Finca El Pedregal, municipio de Dibulla, La Guajira, y también cuenta con la presencia del subgerente de Promoción, Seguimiento y Asuntos Étnicos del INCODER, Juan Guillermo Valencia, el subgerente de Gestión y Desarrollo Productivo, Juan Manuel Londoño, así como las autoridades tradicionales de La Sierra.
Este proyecto, que tiene un valor total de $1.098 millones de pesos, con un aporte del INCODER de $ 999 millones y que cuenta actualmente con una ejecución del 75 por ciento, busca generar todas las condiciones ambientales óptimas para que las comunidades de la Sierra produzcan hortalizas y verduras para su consumo fresco a lo largo del año.
Esto, gracias un concepto de agricultura controlada, donde se interviene el riego, la exposición al sol, la humedad relativa, las temperaturas, entre otros factores, lo cual permite que haya alta certeza de precisión de productividad, garantizando así la seguridad y soberanía alimentaria de las comunidades indígenas.
Además, el proyecto ejecutado durante el año 2015, también busca llevar capacitación y asistencia técnica a las comunidades, tanto para adultos como para jóvenes, con el fin de que los conocimientos sean apropiados en cada una de las culturas, y se garantice así la continuidad y con ello, el autosostenimiento del proyecto.
“Para el INCODER es muy importante este proyecto, porque definitivamente le está aportando a la seguridad y soberanía alimentaria de las comunidades de la Sierra, que para nadie es un secreto, han sobrevivido por tiempo en condiciones de desnutrición y de falencias alimentarias por muchas circunstancias, entre ellas, la falta de diversidad de cultivos. Este proyecto, es una apuesta para que amplíen sus cultivos y de esta manera, mitiguen la dependencia de alimentos de los centros de abastecimientos, a costos altos”, afirma Juan Guillermo Valencia, subgerente de Promoción y Asuntos Étnicos del INCODER, desde donde se gestionó el proyecto.
Integrado a la visión indígena
Otra de los beneficios del proyecto es que busca integrar el conocimiento de la academia con todo el concepto espiritual y de visión de los indígenas. “No es sólo introducir los invernaderos sin tener en cuenta su visión de la agricultura. Entonces, se han construido estando los técnicos con el mamo, que está haciendo la limpieza del terreno donde vamos a montar el invernadero”, asegura Hernando Niño, director de la Corporación Colombia Orgánica, ejecutora del proyecto.
Además, la estructura se hizo teniendo en cuenta la apariencia de las montañas de la Sierra Nevada y se ha trabajado con semillas ancestrales. Según explica Niño, por cada invernadero se tiene estimado que habrá una producción de 56 toneladas de alimentos por año. Allí se cultivan berenjena, zanahoria, repollo, tomate, entre otras hortalizas y verduras.
Para las comunidades, explica Niño, este proyecto representa la posibilidad de volver a tener mejores condiciones de vida. “Muchos dicen, ayúdennos con su conocimiento a plantear una vía de desarrollo, porque nosotros sí lo hemos hablado, pero no hemos encontrado el camino”.
El proyecto ya se encuentra con los tres invernaderos en marcha y se espera que el próximo año las comunidades tengan su primera producción
